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Propuesta

En Amapola tenemos una mirada integral sobre los niños y niñas en sus primeras experiencias escolares, atendiendo a la singularidad de cada uno como parte constitutiva. Comenzamos el proceso de socialización que va a dar sentido a esta aventura escolar desde la propia historia de cada uno y cada una.

Les ofrecemos espacios enriquecidos con propuestas donde el juego es el primer educador con una selección de materiales muy pensada a disposición de los intereses y necesidades socioafectivas de estas primeras experiencias.

Nuestra propuesta educativa se basa en el profundo conocimiento que el equipo docente posee sobre las pautas evolutivas y los estadíos del desarrollo. Cada jornada se fortalece con rutinas y actividades donde la espontaneidad, la creatividad y el descubrimiento del mundo conviven y se potencian; respetamos el tiempo de cada uno y lo acompañamos con intervenciones didácticas que dan seguridad y estimulan la pertenencia a este nuevo espacio: el jardín.

Este camino comienza con un período de conocimiento mutuo entre las familias, los niños y niñas y el jardín, al que llamamos “adaptación”. Esta etapa la dedicamos a fortalecer lazos afectivos que luego nos permitirán gozar de jornadas plácidas y seguras.

Nuestra metodología, inspirada en diferentes modelos pedagógicos, considera al infante como protagonista de su propio aprendizaje. El arte y la música son los lenguajes que atraviesan toda la etapa del jardín. Las canciones nos acompañan todos los días. A través de ellas nos comunicamos para expresar estados de ánimo, sentimientos e impresiones y van recreándose de muchas maneras distintas y se enriquecen con la ejecución de instrumentos, la exploración de sonidos y la creación de nuevos códigos musicales.

Nos valemos de recursos y estrategias actualizados donde la voz de las maestras y maestros completan el circuito con abrazos, miradas y contención afectiva, dando lugar a las emociones y respetándolas. La calidad en las relaciones es esencial en esta etapa; por eso todos los docentes que forman parte de Amapola son especialmente seleccionados, comparten este enfoque de la educación y cuentan con espacios de capacitación constante y el acompañamiento de un equipo de asesores reconocidos en cada área.

En Amapola interactuamos con las familias como agentes activos de la escuela, tanto con relación a los niños y niñas como a toda la comunidad que formamos. Sobre esta base organizamos encuentros y actividades abiertas y mantenemos una comunicación diaria y sistematizada.
El patio es muy importante para nosotros. Lo vemos como un área coeducativa. Los grupos disfrutan de momentos lúdicos al aire libre en los que tienen la oportunidad de explorar un gran espacio con triciclos, sector de arenero, trepadora, tobogán, aros para encestar cada uno a su ritmo y vinculándose con sus pares.
Además contamos con una huerta cuidada por los chicos y chicas, actividad que es un primer paso para que generen interés por la ecología y desarrollen desde pequeños una actitud respetuosa por el medio ambiente.

Diseño de Jornadas

Nuestro enfoque didáctico tiene como base el diseño curricular de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, considerando sus progresiones para crear un plan para cada sala. Es así como en las salas de 18 meses y 2 años las jornadas son simples y se nutren de actividades al servicio de la socialización; en las salas de 3 se dan los primeros pasos con el inglés y comienzan las jornadas extendidas optativas, donde la música es la propuesta central. Los grupos de 4 se encuentran con un plan más extenso, con dobles jornadas obligatorias en inglés tres veces por semana y una jornada extendida optativa. Además, asisten al campo de deportes. Al llegar a la sala de 5, los grupos ya cursan en nuestro edificio de primaria, para que vayan vivenciando una paulatina articulación con ese nivel y tengan la posibilidad de ejercitar el “oficio de alumno”. Son cuatro dobles jornadas, en las cuales el inglés se despliega durante toda la tarde, y una jornada extendida optativa. Los chicos y chicas también asisten al campo de deportes. En esta sala ya cuentan con mayor cantidad de docentes, espacios, materiales y profundidad en los proyectos. Las muestras, las actividades especiales, las “investigaciones” van apareciendo como grandes desafíos que pueden encarar ya que cuentan con mayores recursos emocionales.

Filosofía para niños y niñas

A medida que el lenguaje evoluciona, las actividades se van complejizando hasta llegar a desafíos donde el protagonismo lo tienen las palabras. Es así como en los grupos de preescolar hemos sumado otro espacio para la construcción de saberes: encuentros de filosofía donde se desarrollan diversos temas que son de interés grupal o que inquietan en un determinado momento a los grupos. Estos espacios de conversación sostienen su didáctica en fundamentos teóricos del programa de “Filosofía para Niños”, desde donde proponemos estimular una evolución en el área del lenguaje. Además se abordan temas como los comportamientos sociales, o escucharse unos a otros, apoyarse en opiniones ajenas, respetar las ideas de los demás, y se alienta a cada uno a expresar sus puntos de vista. Se ponen en cuestión ciertas hipótesis que los chicos tienen y se construyen nuevas preguntas. Algunas darán lugar a diferentes opiniones, otras simplemente no tendrán respuestas.

Amapolarte

El evento de arte ya es una tradición que esperamos durante el año tanto las familias como todo el equipo de docentes. Lo vivimos como una verdadera fiesta, desde el proceso de los proyectos y trabajos cotidianos hasta el desarrollo de temas específicos para la muestra y la preparación de la jornada.

Los chicos y chicas valoran su producción individual y cómo, a la vez, esta forma parte de un trabajo colectivo. Probamos diferentes técnicas y abordajes para que la expresión artística sea un campo de experimentación y libertad y nos permita conocer diversas formas de transmitir el mundo que nos rodea.

Tecnología

Respecto a la tecnología y la utilización de pantallas, en Amapola tenemos un plan de trabajo ajustado a los tiempos de concentración e intereses de los niños y niñas. Estos recursos están al servicio de las clases y unidades didácticas, como la investigación de la naturaleza, y la vinculación que hacemos entre la tecnología y el arte.

CAMPAMENTOS, CAMPADÍAS Y VELADAS

Actividades como las campadías y las veladas son las más esperadas por los grupos y funcionan como previas al campamento que realizarán al finalizar el preescolar.

Los libros

En Amapola le dedicamos un espacio especial a la relación con los libros. Creemos que son muy importantes estos primeros pasos para desarrollar el amor a la literatura como alimento de la imaginación y de la libertad.

Cada sala tiene su rincón de libros, pero también contamos con una sala especial de lectura, donde los chicos y chicas pueden elegir los libros, sentarse en almohadones y leerlos solos, en compañía de algún amigo o con las maestras, para vivir ese momento lúdico que ofrece la literatura.

Educación Física

Los juegos son el medio a partir del cual se aborda la enseñanza de la educación física en el jardín. En las salas de 18 meses, 2 y 3 años las propuestas de juego cuentan con una gran participación del docente como figura. Luego, en las salas de 4 y 5 aparecen las primeras reglas y, con ellas, el reconocimiento frente al trabajo en grupos.

Los chicos de las salas de 4 y 5 años concurren una vez por semana al campo de deportes junto con sus maestras y el docente de educación física. Allí se realizan distintas actividades que brindan un espacio afectivo contenedor, favoreciendo los aprendizajes infantiles.

Buscamos una participación activa de los chicos y chicas durante las clases, posibilitando la construcción de la capacidad motriz. Esta capacidad se adquiere a través de múltiples experiencias de la vida cotidiana y aquellas que el docente elabora con intencionalidad educativa, para que sean resueltas cada vez con mayor autonomía. Ser competente motrizmente implica seguridad en uno mismo. Permite construir el tan necesario “Yo puedo”.

Para esto los niños y niñas necesitan ser reafirmados en sus logros por sus docentes y que sus tiempos individuales sean respetados.